Por Eugenio Actis Di Pasquale*
La semana pasada el INDEC publicó los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares correspondientes al primer trimestre de 2019. Uno de los datos que despertó cierta curiosidad en la comunidad fue que la tasa de desocupación a nivel local alcanzó el mismo valor que a nivel nacional (10,1%), y a su vez, que Mar del Plata se ubicó en el 13º lugar del ranking de aglomerados. Este resultado, significa que el nivel de desocupación de nuestra ciudad está mejor en términos relativos tanto contextuales e históricos? La respuesta es no.
La tasa de desocupación (proporción de desocupados en la Población Económicamente Activa) presentó significativos aumentos en el plano nacional y local entre el primer trimestre de 2018 y el primer trimestre de 2019. En el total país pasó del 9,1% al 10,1%, valor que representa 1.338.000 personas desocupadas. En cambio, el crecimiento para la ciudad de Mar del Plata fue más pronunciado, pasando del 8,5% al 10,1%. Este último valor, que representa unas 32.000 personas en esa situación (4.000 personas más que hace un año), y ubica a nuestra ciudad en el 13º lugar del ranking de aglomerados, una posición para nuestra que por lo general no estamos acostumbrados a escuchar. En esta oportunidad, entre los tres primeros lugares se encuentran: Ushuaia-Río Grande (13%) que están comenzando a presentar graves deterioros del mercado de trabajo, Rawson-Trelew (12,3%) que hace un año se encontraba en una similar situación y Partidos del Gran Buenos Aires (12,3%) que habitualmente se encuentra entre las peores situaciones.
Entonces, si el valor alcanzado en Mar del Plata en el primer trimestre de 2019 es igual al del total aglomerados (10,1%) y en esta oportunidad está ubicado en el puesto 13°, ¿estamos mejor en términos relativos contextuales e históricos? La respuesta es no.
Si analizamos la serie desde 2003 hasta 2019, que abarca 16 mediciones de primeros trimestres (dado que en ese período de 2016 no se realizó la EPH) encontramos que:
– Mar del Plata ha tendido tasas de desocupación menores al 10% en la mayor parte de los primeros trimestres, lo que involucra a 9 mediciones (desde 2007 hasta 2014 y en 2018). Asimismo, se registraron tasas entre el 10% y el 10,4% en 4 oportunidades (2006, 2015, 2017 y 2019). Solamente en 3 oportunidades tuvimos tasas mayores a ese nivel (entre 2003 y 2005). Por ende, en la serie histórica de Mar del Plata hemos estado mejor en la mayor parte de las mediciones.
-Por otra parte, en la comparación entre Mar del Plata y Total aglomerados, en seis oportunidades la tasa de desocupación local fue menor a la nacional (2003 a 2006, 2008 y 2018), cinco veces fue igual o con diferencia no significativa (2007, 2009 a 2011 y 2019) y cinco trimestres fue mayor (2012 a 2015 y 2017) (Tabla N° 2). Cabe destacar que estas situaciones se dan únicamente en los primeros trimestres, dado que en el resto del año, la tasa de desocupación de Mar del Plata es eminentemente mayor a la del total país. Es decir, que el valor alcanzado en la última medición haya sido igual al del total país no es una excepción ni tampoco un indicador de mejor posición relativa. En rigor, es una particularidad que se puede dar en plena temporada estival. Nuevamente, situaciones mejores se han repetido una mayor cantidad de veces.
Por ende, lo que tenemos que destacar en el análisis es que:
-La tasa de desocupación de Mar del Plata tuvo un crecimiento mayor (+1,6 p. p.) que la del total aglomerados (+1 p. p.). En otras palabras, empeoramos más de lo que lo hizo el conjunto de aglomerados.
– Si nuestra ciudad se posiciona mejor en el ranking es porque las tasas de desocupación de otros aglomerados (con baja participación poblacional en el total país) empeoraron más que la de Mar del Plata.
Sin embargo, esta lectura de la tasa de desocupación, aislada del resto de los indicadores, es incompleta. Debemos analizarla en conjunto con los cambios en la tasa de actividad y la tasa de empleo entre 2018 y 2019. En este sentido, las tasas de desocupación gemelas del 10,1% tienen diferentes orígenes: en Mar del Plata es el resultado de un mayor número de personas que hace un año trabajaban y ahora se quedaron sin trabajo (cayó la tasa de empleo) y asimismo se produjo un desaliento, porque hubo cesantes que abandonaron el mercado de trabajo (cayó la tasa de actividad). De no haberse producido esta disminución en la participación laboral por desaliento en la búsqueda de empleo, la tasa de desocupación hubiera sido del 11,4% y estaríamos compartiendo el quinto lugar del ranking con Jujuy-Palpalá y detrás de Gran Rosario (11,7%).
En cambio, para el total aglomerados el aumento de la desocupación se dio por efecto trabajador adicional (la tasa de empleo se mantuvo y aumenta la tasa de actividad). Este fenómeno ya ocurrió en Mar del Plata entre 2017 y 2018 con la mayor participación de mujeres de edades centrales que buscaban complementar los ingresos del hogar. Sin embargo, sobre el final de este último año esa mayor participación ya no se pudo sostener por el fuerte deterioro a nivel local del mercado de trabajo y la caída del poder adquisitivo de los ingresos familiares.
En definitiva, que les otros aglomerados hayan tenido mayores aumentos en la desocupación y nos hayan superado en el ranking, no debe relativizar el nivel alcanzado en nuestra ciudad. Y lo que nos tiene que preocupar es que detrás de estos porcentajes hay 32.000 personas que no trabajan y buscan activamente un empleo y que junto a ellas, seguramente, hay una familia que necesita de mayores ingresos para poder llegar a fin de mes.
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*Dr. en Ciencias Sociales y Humanas, Lic. en Economía. Director del Grupo Estudios del Trabajo de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (UNMdP).
El presente análisis forma parte del Informe Sociolaboral del Partido de General Pueyrredon Nº 25 que se se difundirá en los primeros días del mes de julio